Los manipuladores tienen la habilidad de sembrar en nosotros
el sentimiento de culpa, nos chantajean y mienten
de forma descarada.
Hacemos lo que ellos desean u ordenan aún si para eso debemos
ir más allá de lo que nos es confortable, como si nuestra voluntad
no existiera.
En algunas ocasiones este juego puede durar años,
envenenando la vida de quien es manipulado.
Para defenderte de este tipo de personas, Genial.guru
quiere compartir contigo algunas «leyes de seguridad» ...
Recuerda tus derechos inalienables
- Tienes derecho a ser respetado por otras personas.
- Tienes derecho a expresar tus emociones,
- opiniones y deseos.
- Tienes derecho a establecer tus prioridades.
- Tienes derecho a decir «no» sin sentirte culpable.
- Tienes derecho a recibir eso, por lo que has pagado.
- Tienes derecho a expresar tus puntos de vista aunque
- sean diferentes de aquellos de los demás.
- Tienes derecho a protegerte de amenazas
- físicas, morales y emocionales.
- Tienes derecho a construir tu vida de acuerdo
- a tu propio concepto de felicidad.
Esas son los límites de tu espacio personal.
los manipuladores son tremendos infractores de nuestros límites,
que no respetan y no reconocen nuestros derechos...
Guarda la distancia
Durante la comunicación un manipulador
cambiará constantemente su máscara:
con una persona puede ser extremadamente educado mientras que
con otro puede reaccionar con gran violencia y rudeza.
En una situación se hará pasar por alguien indefenso
mientras que en el otro dejará ver su lado agresivo.
Si has notado que el carácter de alguien tiende a reflejar
este tipo de extremos lo mejor que puedes hacer es
guardar una distancia prudente de esa persona
y no relacionarte con él o ella a menos
que sea absolutamente necesario.
Lo más común es que las razones de un comportamiento así
sean complejas
y tengan sus raíces en la infancia.
Corregir, educar o salvar al manipulador no es problema tuyo.
No te lo tomes a pecho
La tarea de un manipulador es jugar con tus debilidades.
No es sorprendente que en presencia de alguien así
empieces a sentir tu «incapacidad»
e incluso intentes culparte
por no obedecer las ordenes de esa persona.
Identifica esas emociones y recuerda que el problema no está en tí...
Analiza tu relación con un manipulador respondiendo mentalmente
las siguientes preguntas:
- ¿Esta persona me demuestra un verdadero respeto?
- ¿Qué tan bien fundamentadas están sus expectativas y peticiones?
- ¿Qué tan equilibrada es la relación?
- ¿Quizá sea uno de los dos quien se esfuerza mientras
- el otro sólo recibe los beneficios?
- ¿Me impide esta relación tener un buen trato conmigo mismo?
Las respuestas a estas preguntas te ayudarán a entender
de quién es el problema,
si está en tí o en la otra persona.
Formúlale preguntas de prueba
Los manipuladores siempre intentarán
abrumarte con sus solicitudes o peticiones,
haciendo que te olvides de tí mismo y pases de plano
a sus necesidades.
Si el manipulador intenta ofenderte o refutar tus artumentos,
cambia el foco de atención: de tí mismo a tu interlocutor.
Formúlale algunas preguntas de prueba y te quedará más claro
si esa persona tiene al menos algo de autocrítica y/o vergüenza.
- «¿Te parece que lo que me pides es algo justo?»
- «¿Te parece que esto es justo conmigo?»
- «¿Puedo tener mi propia opinion al respecto?»
- «¿Me lo estás preguntando o lo afirmas?»
- «¿Qué recibo yo a cambio?»
- «¿Realmente crees que yo .....( reformula la petición del manipulador)..?»
Hacer estas preguntas es como ponerle frente a sí un espejo,
donde esa persona verá el «reflejo»,
la verdadera naturaleza de su petición.
Aún así, existe un tipo singular de personajes que
ni se tomarán la molestia de escucharte
e insistirán constantemente a su favor.
En ese caso usa los siguientes consejos:
¡No te apresures!
Otra de las estrategias preferidas de un manipulador
es forzarte a responder o actuar de inmediato.
En una situación en la que el tiempo parece apremiar
le es más fácil manipularte para conseguir lo que desea ...
Si sientes que te están presionando
no te apresures a tomar una decisión.
Usa el factor tiempo a tu favor,
quítate la posibilidad de coaccionar tu voluntad.
Mantendrás el control de la situación con tan sólo decir
«lo pensaré».
¡Son palabras muy efectivas!
Tómate una pausa para analizar los pro y contra:
determina si quieres seguir discutiendo al respecto
o preferirías dar un «no» definitivo.
Aprende a decir «no»
El saber decir «no» es la parte más importante
en el arte de la comunicación.
Una negación clara te permite mantenerte inamovible en tu posición
y mantener una buena relación con tu interlocutor
(si las intenciones de este son sanas).
Recuerda que tienes todo el derecho a establecer tus prioridades,
tienes derecho a decir «no»
sin sentir por ello ningún tipo de culpa.
Tienes derecho a elegir tu propio camino hacia la felicidad.
Cuéntale acerca de las consecuencias
En respuesta a una intromisión grosera en tu espacio personal
y la negativa a aceptar tu «no»,
cuéntale al manipulador acerca de
las consecuencias de sus acciones.
La capacidad de pronosticar y exponer convincentemente
los posibles resultados
es uno de los métodos más efectivos de truncar
el juego del manipulador.
Lo pondrá en un callejón sin salida,
lo obligará a cambiar su actitud hacia tí
o
bien hará completamente evidente su plan,
invalidándolo.
Defiéndete de las burlas y ofensas
En ocasiones los manipuladores llegan a ofender
o burlarse directamente, intentando asustar a sus víctimas
o causarles algún tipo de sufrimiento.
Lo más importante es recordar es que personas así se aferran
de lo que creen que es una debilidad.
Mientras seas pasivo y obediente
serás serás un blanco fácil ante sus ojos.
Lo curioso del asunto es que en la mayor parte de los casos,
este tipo de personas son en realidad cobardes:
tan pronto la víctima empieza a demostrar carácter
y a defender sus derechos
el manipulador se retira.
Esta ley funciona en cualquier clase de sociedad
ya sea la escuela,
la familia o incluso el trabajo.
Recuerda que no vale la pena entablar una pelea,
basta con guardar la calma y dejar en claro tu posición.
Tal y como lo demuestran las investigaciones,
muchos abusivos han sido,
o son ellos mismos víctimas de abusos.
Está claro que esta condición no justifica en ningún caso
su comportamiento
pero es importante recordarlo para responder a sus acciones
con sangre fría y sin remordimiento alguno.
Foto de portada: Orion Pictures