Amas de cría…
La procedencia de las
nodrizas españolas era siempre del norte y con preferencia, las pasiegas, las
más cotizadas especialmente por las casas reales.
Partían desde el Valle del
Pas, su gran patria chica, casi siempre aprovechando el viaje en la carreta de
vecinos de la zona, vendedores ambulantes, que recorrían España con los
productos de su tierra. Pero también hubo otras amas de cría ’’renombradas’’ de
otras zonas de Cantabria.
La tradición de las amas de cría se instituye
en el siglo XVII. La figura de la nodriza era imprescindible en las casas de la
nobleza española. Fue la Casa de Fernando VII quien solicitó la primera nodriza
española para Isabel II de Borbón, Princesa de Asturias (y Reina de España
entre 1833, con sólo tres años, y 1868), primogénita del cuarto matrimonio del
Rey con su sobrina María Cristina de Borbón Dos Sicilias.
Las nodrizas de la Vega del Pas se
hicieron famosas por obra y gracia de un decreto real, cuando en 1830 el rey
Fernando VII escribió…
"Hoy 3, Blasco, quiero
que el día 10 salga de esta Corte para Santander y su provincia el médico Aso,
y Merino, el de la Veeduría, para escoger un ama para lo que dé a luz mi muy
amada esposa. F."
Francisca Ramón González, cántabra, natural de Peñacastillo
La nodriza se llamaba Francisca
Ramón González,
cántabra, natural de Peñacastillo, tenía 21 años y contaba con un ama de cría
de retén, de nombre Josefa Falcones, de 19 años, natural de Torrelavega.
Desde muy antiguo, no todas
las mujeres que parían tenían la posibilidad de dar de amamantar a sus hijos,
ya fuera por falta de leche o poca calidad de la misma, por parto de gemelos,
por enfermedades, o incluso por la muerte de la parturienta.
Por este motivo, y porque el
recién nacido necesitaba ser alimentado, surgieron las Amas de Cría, también
llamadas Amas de Leche o Nodrizas, llegando a tener verdadera importancia desde
finales del siglo XVII hasta finales del XIX.
Se dice de las nodrizas
pasiegas que eran mujeres por delante de su tiempo, símbolos de mujer
emprendedora, buena administradora y capaz, que dejaron de ser anónimas al
imprimir su huella de humanidad y lealtad en el núcleo familiar en el que se
integraban.
La 'limpieza de sangre'
era condición indispensable, es decir, que entre sus antepasados no hubiera ni
judíos, ni árabes ni moriscos, en cuyo caso las pasiegas daban el perfil
exigido, dado que en la comarca del Pas no fue habitual la presencia de dichas
razas.
Paradójicamente, aunque sin
base científica que lo confirme, autores del siglo XIX, como el historiador
cántabro Gregorio Lasaga Larreta, han sostenido que los pasiegos no proceden de
los cántabros, sino que fueron cautivos de guerra, esclavos de origen árabe.
De haber tenido este dato dos
siglos antes, las nodrizas pasiegas no hubieran existido; al menos en lo que a
la Corte se refiere.
Lo hacían después de haber
parido y lactado al hijo durante un mes. Como el camino era largo, se llevaban
un cachorrito de perro al que daban de mamar durante el tiempo que durase el
trayecto para que no se les cortara la leche; cachorro al que cogían un gran
cariño y que, una vez cumplida su misión, quedaba al cuidado, ya convenido, de
los vecinos que las habían ayudado en el viaje.
En la vida cotidiana del
pueblo llano, cuando una mujer se veía imposibilitada de dar el pecho a su hijo
por los motivos antes citados, se recurría a otra mujer, generalmente una
vecina, amiga, o familiar, que también había parido recientemente, para que lo
hiciera en su lugar, mujer que aceptaba amamantar a los dos niños a la vez por
un mísero jornal, que desde luego necesitaba.
Su pago era escaso, dado que
quien solicitaba el favor solía ser gente humilde, pagando por regla general en
comida, ya fueran huevos, garbanzos, pan, o lo que se terciase.
Estas Amas de Leche solían
ser mujeres sencillas y bondadosas, que no tenían ningún reparo en compartir la
leche para su hijo con otro niño que también la necesitaba.
Los niños que eran criados
por una misma mujer sin ser hermanos, se denominaban “hermanos de leche”. Este
modo de crianza llegó a adquirir tanta importancia durante los siglos XVIII,
XIX y principios del XX que la Real Academia de la Lengua Española acuñó el
término de 'hermano de leche' para distinguir entre los niños amamantados por
las amas de cría y sus propios hijos.
A principios del siglo XIX,
se puso de moda en las familias adineradas andaluzas, (también en otras zonas
de España), el solicitar los servicios de un Ama de Leche para la cría de sus
hijos.
En estos casos no era
motivado solamente por la falta de leche de la madre, sino que era considerado
como un lujo o prestigio social, pasando a ser considerada esta labor como un
oficio.
A ocupar estos puestos de
trabajo acudían mujeres humildes, bien del campo, de otros pueblos, o de la
clase humilde de la ciudad, que o bien eran madres solteras cuyo hijo habían
abandonado o muerto, o bien madres recién paridas que dejaban a sus hijos al
cuidado de sus familiares para ganarse un sueldo que bien le venía a su
familia, a la par que ellas estaban bien cuidadas y alimentadas, dado que lo
primordial era que su leche fuera buena.
Gaspara Gutiérrez, natural del lugar de Bustantegua (Selaya)
A estas Amas de Leche se les
requerían unos requisitos especiales, como que tuvieran entre dieciocho y veintiséis
años, que fueran aseadas, que hubieran parido al menos dos veces, y criado a
otros niños, que el pezón de adecuara a la boca del recién nacido y que no
hubieran padecido enfermedades contagiosas como la tuberculosis y la viruela, y
por supuesto enfermedades venéreas, tan perjudiciales en los lactantes,
para lo cual antes de ser contratadas eran sometidas a un reconocimiento médico
completo, además de un exhaustivo análisis de la leche, que debía ser
moderadamente dulce, sin olor y de color perlado.
Los requisitos del oficio
incluía una recomendación del cura de su pueblo atestando de su moralidad y
buenas costumbres.
Si tenía el sabor muy dulce,
agrio, salado o era de color muy blanca o azulada, no valía.
El espesor se
comprobaba echándole a la muestra un poco de vinagre, si esta cuajaba es que
era muy espesa.
En ese caso, se le daba al
Ama de Leche alimentos no muy nutritivos, verduras cocidas y pescado blanco
además de bastante agua.
Pero si por el contrario era
muy clara, se la alimentaba con buenos caldos de pasta, gelatinas y yemas de
huevo.
Además bebían vino ni agrio
ni espirituoso.
La leche buena debía
esparcirse en el agua formando una nube blanquecina.
Una vez aprobados todos los
requisitos, la elegida se incorporaba a la casa unos días antes del parto, y
hasta que se producía el alumbramiento, amamantaba a un cachorro de perro para
que la leche no se le retirara.
Era casi obligatorio que
vistieran con cofia y delantal blanco almidonado. Cuando el niño nacía, el Ama
de Leche se hacía cargo de su alimentación y de su cría, estableciéndose un
fuerte lazo entre ambos, lazo que llegaba a durar toda la vida.
No obstante, también había
otros niños necesitados de un Ama de Leche.
Eran los niños de los
expósitos, esclusas o casas cuna, niños abandonados por su madres ya fuera
voluntaria o involuntariamente, niños que habían sido entregado a estos lugares
bien directamente o a través del tan renombrado “torno”.
La demanda entonces de las
Amas de Leche era muy alta. Los niños eran muchos y el jornal que ofrecían las
instituciones era escaso, teniendo a veces que solicitar sus servicios por los
pueblos y alrededores.
Había quienes aceptaban el
trabajo trasladándose como interna a las a las instalaciones de la institución,
si residían lejos y no tenían carga familiar, o quienes lo hacían tan sólo a
las horas de amamantar por ser madres de familia que aunque fuera poco,
necesitaban un ayuda económica para su casa .
A estas últimas se las
denominaba “amamantaderas”.
La elección de ama de cría
tenía tal relevancia, que en las memorias palaciegas figura el anagrama real en
las convocatorias previas a los nacimientos con este mensaje…
«Comisión de la Real Casa
para elegir nodriza al futuro vástago»…
ello unido a las normas
exigidas que eran minuciosamente analizadas por los médicos de Cámara, tal es
el caso del doctor Esteban Sánchez Ocaña, médico de la Casa Real de Alfonso XII
y María Cristina de Habsburgo-Lorena.
Él fue el encargado de elegir a la
nodriza de Alfonso XIII, abuelo del Rey Juan Carlos, entre las jóvenes madres
procedentes de Cantabria y se decantó por Maximina Pedraja, natural de Heras.
La unión de ésta con la
familia real fue tan grande que, pasados los años, más de un viaje tuvo que
hacer Maximina desde Cantabria hasta Madrid para acudir a la llamada del
Monarca, quien la quería como a una madre, cariño al que ella correspondía de
tal modo que le angustiaba pensar en lo que el Rey podría sufrir por las
agitadas circunstancias de la época.
De hecho, la nodriza estaba
en la comitiva real de la boda de Alfonso XIII el 31 de mayo de 1906, cuando al
paso del cortejo, por la Calle Mayor de Madrid, el anarquista Mateo Morral
lanzó contra la carroza del Monarca una bomba camuflada en un ramo de flores.
La onda expansiva levantó el parasol de Maximina, quien, por suerte para ella,
no tuvo que lamentar daños mayores, como los 28 muertos que dejó el atentado.
Los vínculos afectivos fueron
tan sólidos, que han sido heredados por ambas familias; tanto, que el pintor
Cantolla, nieto de Maximina, tiene en la actualidad una entrañable amistad con
el Rey Juan Carlos.
Museo amas de cría
Junto al Santuario de la
Virgen de Valvanuz, patrona de los pasiegos, reliquia del siglo XII y referente
obligado de la cultura pasiega, sobre el intenso verde de Cantabria,
inspiración del poeta Gerardo Diego, rodeada del inmenso robledal De Todos, en
plena Vega del Pas, joya de la naturaleza cántabra, ahí, justo al lado, en La
Casa de la Beata, se rinde culto a la nodriza pasiega en un museo, el único del
mundo, exclusivamente dedicado a las amas de cría, en este caso a las de
Cantabria, en reconocimiento de todas las mujeres anónimas que amamantaron a
hijos de la Corte Real y de la aristocracia y burguesía españolas.
De las innumerables amas de
cría el Ayuntamiento de Selaya destaca a las siguientes, la mayoría
trabajaron en la Corte, alimentando a futuros monarcas…
- FRANCISCA
RAMÓN GONZÁLEZ: natural
de Peñacastillo. Ama de cría de la Infanta Isabel, hija de Fernando VII y
Mª Cristina de Borbón. Fue reina como Isabel II a la muerte de su padre
tras abolir la Ley Sálica.
- FRANCISCA
GUADALUPE PORRAS: natural
de Entrambasmestas. Ama de cría de la Infanta Isabel, hija de Isabel II y
Francisco de Asís, nacida el 20 de diciembre de 1851, y que ha pasado a la
historia con el nombre de “La Chata”.
- MARÍA
PELAYO: natural
de Tezanos. Ama de cría de la anterior infanta. Hija de Isabel II.
- MARÍA
GÓMEZ: natural
de Vega de Pas. Ama de cría del príncipe Alfonso, cuarto hijo de Isabel II
y Francisco de Asís, nacido el 28 de noviembre de 1857. Reinó como Alfonso
XII.
- MANUELA
COBO: natural
de San Roque de Riomiera: Fue ama de la Infanta Mª de la Paz Juana,
séptima hija de Isabel II y Francisco de Asís, nacida el 23 de junio de
1862.
- MÁXIMINA
PEDRAJA: natural
de Heras. Lo fue de Alfonso, hijo póstumo de Alfonso XII y de Mª Cristina
de Habsburgo y Lorena. Nacido el 17 de mayo de 1886, sería Alfonso XIII.
- CONSTANTINA
CAÑIZO y CAÑIZO: natural
de Miera. Ama de cría del infante don Juan, quinto hijo de Alfonso XIII y
Victoria Eugenia de Battenberg, nacido en 1913, Conde de Barcelona y padre
del Rey don Juan Carlos I.
- JOAQUINA
GUTIERREZ CARRAL: Natural
de Selaya. Nodriza del Infante don Luis Alfonso de Baviera y Borbón.
- VICTORIA
ARROYO GÓMEZ: Natural
de Sierra (Selaya). 1905. Nodriza en Barcelona. Casa de los Señores Condes
de Godó.
- ROSALÍA
SAINZ: natural
de Pisueña. Ama de cría del Príncipe de Asturias, hijo de Alfonso XIII.
- MARIA
SIERRA BENEGAS: natural
de Totero. Ama cría del infante don Jaime de Borbón y Battenberg.
- SINFOROSA
GÓMEZ: Natural
de Miera, ama de la Infanta doña Mª Teresa, hermana de Alfonso XIII.
Los retratos que se exhiben
en el Museo, evidencian la preferencia de los Borbones al elegir ama de cría
entre las cántabras. A partir de María Cristina de Borbón, toma el relevo su
hija Isabel II, esposa de Francisco de Asís, que contrata nodrizas cántabras
para tres de sus hijos: para la infanta Isabel, que pasó a la historia con el
apodo de 'La Chata', contrató a Francisca Guadalupe Porras, natural de Entrambasmestas; Manuela
Cobo, pasiega de San Roque de
Riomiera fue nodriza de María de la Paz Juana y María
Gómez, natural de Vega de Pas, ama
de cría del Rey Alfonso XII, que en realidad fue nodriza de retén de una
asturiana de nombre María Dolores Marina.
María
Gómez volvió a su tierra pasiega portando un manto de terciopelo de seda, color
magnolia, bordado en oro y plata que María regaló a la Virgen de Valvanuz en
acción de gracias y que se encuentra entre las reliquias del Museo. La devoción
por la Virgen de Valvanuz está muy arraigada en todo el ámbito pasiego: 'Ángel
tutelar a quien se invoca en el infortunio y la prosperidad', decía Lasaga
Larreta, que se refería a ella como 'La Virgen del Pilar de los pasiegos'.
María Gómez, ama de cría de Alfonso XII, Rosalia Sáinz, nodriza de Don Alfonso de Borbón (Príncipe de Asturias).
Nodriza
de Miera para el padre del Rey.
Tres
de los hijos de Alfonso XIII también tuvieron nodrizas cántabras, de lo que se
deduce que la lactancia pasiega debió tener influencia en la decisión del
Monarca.
Rosalía
Sáinz, pasiega de Pisueña, lo
fue del primogénito Alfonso Pío, Príncipe de Asturias...
María Teresa Penagos, cántabra de Totero, fue
nodriza del infante don Jaime de Borbón y Battenberg, abuelo de Luis Alfonso de
Borbón Martínez Bordiú, y...
Constantina
Cañizo, pasiega de Miera, fue la
nodriza de don Juan de Borbón y Battenberg, padre del Rey Juan Carlos, quien,
dicho sea de paso, sería muy bien recibido en el Museo de las Nodrizas.
Lo que en la Corte era una
institución, para la burguesía española era signo externo de riqueza, por lo
que reclamó socialmente a la nodriza pasiega; se situaron con familias muy
conocidas como Fabra i Coats, Pombo, Calderón, Guerra Zunzunegui, Martínez
Campos, Aznar, Ibarra . y doblaron el mapa hasta Andalucía.
Celestina García Rebollar, natural de Selaya. Nodriza de los marqueses de Oquendo, en Madrid. Año 1925
Se sabe que a Jaén fueron
dos; a Málaga, una; a Sevilla, tres y muchas a Granada, impactando tanto en la
ciudad que cambiaron el nombre de la llamada Plaza de las Flores por el actual
de Plaza de las Pasiegas.
Paseando por El Retiro o por
los jardines
Basilisa Carral
Por su labor recibía
mensualmente la cantidad de once pesetas.
Tras dos años dando el pecho y
cuidando de aquel pequeño, volvió a Selaya, donde tuvo otros tres hijos.
Unos
ocho años después, partió a Madrid, donde volvió a ejercer como ama de cría
para otra familia por un sueldo mensual de 14 pesetas.
Frente a la fachada principal
de la catedral de Granada está la Plaza de las Pasiegas, que encierra en su nombre
una carga de emotividad protagonizada por unas mujeres valientes, decididas,
procedentes del Valle del Pas en Cantabria, que acudían a Granada como nodrizas
al reclamo de mujeres de familias pudientes que el escritor granadino Julio
Belza calificó de «madres melindrosas o con impotencia a la hora de amamantar
sus críos».
La llegada de las nodrizas
pasiegas a Granada comienza a finales del XIX, pero sus predecesoras, las que
abrieron camino hasta la Corte, les llevaban ya dos siglos de ventaja.
El declive de las amas de cría
se produjo a principios del siglo XX, cuando la pasteurización de la leche
animal dio paso a ser sustituida por la materna, quedando por tanto su labor
tan sólo en las fotografías, o en el recuerdo de los que compartieron su
infancia con ellas.
Y en las imágenes de estas
mujeres… se inspira el joyero
artesano Manín Carrera… cuya marca es M+… que diseña y crea mis propias joyas y
que Forma parte junto con Luis Felipe Gonzalez del Equipo +TLöN, dentro del
cual trabajan con el concepto del reciclaje, de la recuperación de los
materiales de nuestro entorno dándoles un nuevo uso y significado, buscando
conciencia y aprecio por todo lo que nos rodea…
‘’Para la inuguracion del museo de las amas
de cria en Selaya hice unas copias de algunas de las joyas que llevaban
estas mujeres, que se encuentran expuestas en el mismo.
En las fotos primera y segunda vemos un
conjunto de collar y pendientes de bolas de plata.
En la tercera foto vemos un conjunto de
collar y pendientes de monedas de plata, cuanto mayor fuese el poderío de la propietaria
mayor sería el numero de monedas y el tamaño del collar. ’’… comenta Manín…
Vídeo del
Museo Amas de Cría Pasiega en Selaya
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Se cuenta… que hallándose en
Villacarriedo un viajante catalán… quiso este divertirse a consta de una
pasiega que acertó a pasar por allí conduciendo del ramal a un borrico cargado
con dos cuévanos llenos de cabritos… La pasiega llevaba un lechal a la espalda
y este iba balando a más no poder… El catalán… con mueca burlona… lanzo esta
burla a quemarropa…
--Oye, pasiega, dale de mamar al niño, que va llorando.
--¡Non s’apuri, siñor, qui no tien hambri!
--Dale de mamar y verás como calla.
--¡Non, siñor, es que berra el probi porqui goye hablar al cabronucio de su padre!, riéndose.
Esa agilidad de pensamiento… un tanto pícaro a veces…
es común denominador de estas gentes… que aunque a algunos les parezca que se ríen
de ellos… suele ser al revés…
Fuentes…
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