martes, 20 de enero de 2009

La historia del Tenedor…

La historia del Tenedor…
Lo más probable es que los hombres primitivos usaran de vez en cuando algún palo puntiagudo para coger trozos de carne del fuego, y también conchas o alguna corteza para beber la sopa…si es que la habían inventado ya… o agua.

Ni los griegos ni los romanos conocieron el tenedor. Solo en los grandes banquetes se ofrecían unos estiletes y punzones, de oro o de plata, para tomar los pedazos muy pequeños de carne o de pescado o de frutas de tamaño mínimo.

En general, la comida se despedazaba y se llevaba a la boca con las manos.Los alimentos sólidos, antes de ser servidos, eran preparados por un esclavo… scissor, carptor, structor… que los cortaba ya en pequeñas porciones, lo cual evitaba que los comensales tuvieran que organizar una carnicería sobre los manteles…

Es obvio que el refinamiento en la mesa solo pudo desarrollarse ampliamente cuando se incorporaron a ella determinados utensilios. En este sentido, fue importantísima la aparición del tenedor, que permitía desterrar definitivamente la fea costumbre de comer con las manos…

La presencia sistemática del tenedor en Europa suele atribuirse a los venecianos. Existe constancia histórica en el siglo XI del primer tenedor propiamente dicho, Teodora, hija del emperador bizantino Constantino Ducas, Esta princesa asombro a los venecianos con sus refinamientos, y no fue el menor el que se sirviera de un tenedor de oro de dos púas, con el cual sus eunucos le presentaban los bocados que habían trinchado…

…Pese a los tímidos intentos de introducir la costumbre del uso del tenedor desde principios del siglo XI en Europa, no se generaliza hasta ya entrados en el siglo XVIII o principios del XIX, las razones de esta tardanza son achacables a múltiples causas, desde las puramente religiosas hasta sociales e incluso políticas…
...Europa, y por añadidura toda la civilización occidental, ingería los alimentos sólidos utilizando una herramienta simple pero efectiva, sus dedos. No interpretemos este acto como bárbaro como intentan mostrarnos en las películas sajonas. El europeo tenía sus reglas o etiquetas a la hora de sentarse a la mesa, era de educación tomar los alimentos con las puntas de los dedos, sin llenar las manos o la cara según Ovidio. Por otra parte los alimentos, en especial la carne, ya venían a la mesa cortados en pequeñas porciones y hasta el cuchillo era innecesario.

…Por lo menos las clases elevadas exigían pulcritud y elegancia a la hora de comer, era imperdonable, por ejemplo, chuparse los dedos y era norma limpiarse las manos en los aguamaniles después de cada plato o como mínimo al finalizar la comida.

Un primer código de buenas maneras para los comensales se le deben al rey Enrique III de Francia y es digno de citar un fragmento de tratado editado en 1545 por Jean Sulpice y titulado ‘’Libellus moribus in mesa servandis’’: ‘’Toma la carne con los tres dedos y no la lleves a la boca en grandes pedazos. No tengas demasiado tiempo las manos en el plato’’.



…En el siglo XVII era considerado un exquisito refinamiento la costumbre de ciertas damas de comer con los guantes puestos, la reina Ana de Austria, famosa por sus blancas manos, comía graciosamente con los dedos enfundados en elegantísimos guantes.
Por último, y antes de entrar en el invento del tenedor, citaremos un pasaje de Erasmo de Rotterdam de su tratado de Civilidad:
‘’En vez de chuparse los dedos o de limpiárselos en la ropa después de comer,
será más honesto secarlos en el mantel o la servilleta’’.
El tenedor llegó a Europa procedente de Constantinopla a principios del siglo XI de la mano Teodora, hija del emperador de Bizancio, Constantino Ducas.

Lo llevó a Venecia al contraer matrimonio con Doménico Selvo, Dux de aquella república.

Pero Teodora para sus contemporáneos era tachada, por ésta y otras refinadas maneras orientales, como escandalosa y reprobable y hasta San Pedro Damián amonestó desde el púlpito estas extravagancias, llegando a llamarlo ‘’instrumentum diaboli’’ ya que era harto difícil comer espagueti, macarrones o tallarines con semejante instrumento.

Los 'tenedorístas' intentaron varios asaltos para penetrar en Francia éste instrumento sin éxito, en la edad media Catalina de Bulgaria quiso hacerlo popular en la corte pero los franceses la tomaron como cursi y licenciosa.

Más tarde fue Carlos V de Francia, que lo conoció en Venecia tras la vuelta de un viaje de Polonia, pero ésta vez el fracaso tuvo motivos puramente sexuales, bien era sabido las aficiones de éste rey, los mignons tan inseparables de rey tenían fama de homosexuales como el rey, y el tenedor volvió a perder la batalla al ser considerado como un objeto caprichoso propio de personas un tanto equívocas.

La realidad es que el rechazo que tuvo el tenedor durante siglos más obedecía a una inhabilidad de los comensales que a una posible falta de utilidad, un autor dice de él: ‘’se causaban heridas con ellos, pinchándose con sus afiladas púas los labios, las encías y la lengua, y no faltaban, sobre todo las damas, que elegantemente y con gracia lo usaban para limpiar sus dientes a modo de los populares mondadientes’’.
Poco a poco el uso del tenedor fue extendiéndose por Italia y a finales del siglo XIV el uso del tenedor era corriente en Italia, incluso en las tabernas para comer las pastas.
En un relato de Franco Sacchetti nos revela cuando pone en escena, enfrentados en la misma fuente, a dos comilones de macarrones calientes, uno de los cuales se atraganta porque esta atorado…
Ya en el siglo XVII Tomas Coyat, intrépido viajero inglés cuenta de lo generalizado que estaba el tenedor en Italia cuando nos cuenta: ‘’Los italianos se sirven siempre de un pequeño instrumento para comer y para tocar la carne. La persona que en Italia toca la carne con los dedos ofende las reglas de la buena educación y es criticada y mirada con sospecha’’.

Es una cosa extraña que no se pueda convencer a un italiano de comer con los dedos, nos responderá siempre que no todo el mundo tiene las manos limpias. Y yo he adoptado esta costumbre y la conservo incluso en Inglaterra, pero mis amigos se burlan de mí y me llaman furcifer.

En España encontramos referencias en el siglo XIV como un instrumento que usaban los maestros trinchadores y el marqués de Villena en un tratado titulado Arte Cisoria de 1423 incluye un utensilio con la siguiente descripción: ‘’La segunda disenle tridente, porque tiene tres puntas, donde la primera tiene dos; ésta sirve a tener la carne que se ha de cortar, o cosa que ha de tomarse, más firme que con la primera’’.

El uso del tenedor se generaliza en España en el siglo XIX y en concreto fue Barcelona la que creó la primera industria en la fabricación de estos indispensables, en la actualidad, utensilios.

Por… Fernando Villanueva... Carlos Azcoytia Luque…
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El spork, traducido habitualmente al español como cuchador,

es una forma híbrida de cuchillería.


El término "cuchador" proviene de la combinación de los nombres de sus formadores. En inglés, se llama spork, vocablo que proviene de spoon (cuchara) y fork (tenedor). La palabra "spork" apareció en el suplemento de 1909 del Century Dictionary, donde fue descrita como un nombre comercial y como "una palabra compuesta aplicada a una cuchara larga y delgada que tiene en el extremo de la cabeza cóncava proyecciones que se asemejan a los dientes de un tenedor".


Sobre la base de una cuchara, se agregan los dientes de un tenedor (generalmente tres o cuatro), y a veces el borde serrado de un cuchillo.


Utensilios parecidos al cuchador se han fabricado desde por lo menos el final del siglo XIX; patentes para utensilios así datan por lo menos de 1874.


Los cuchadores se han fabricado desde por lo menos los finales del siglo XIX. La Folgate Silver Plate Company de Inglaterra fabricó uno alguna vez entre 1875 y 1900.


En los Estados Unidos, varias patentes se han publicado. Una cuchara, un tenedor, y un cuchillo combinados que se asemejaba de cerca al utensilio moderno fueron inventados por S. W. Francis; se trata de la U.S. Patent 147.119 en febrero de 1874.


Otras tempranas patentes incluyen la U.S. Patent 904.553, para una "cuchara cortante", concedida el 24 de noviembre de 1908 y la U.S. Patent 1.044.869, para una cuchara con un borde de dientecitos, concedido a F. Emmenegger en noviembre de 1912.


Muchas de estas invenciones ocurrieron antes del uso del término spork y así se pueden considerar como proto-sporks. Dado este arte anterior significativo, el concepto básico de combinar aspectos de una cuchara y de un tenedor está establecido; las patentes más modernas se han limitado a la práctica específica y aspecto del spork. Estas patentes de diseño no evitan que cualquier persona pueda diseñar y fabricar su propia versión de un spork.


La palabra spork se originó en los albores del siglo XX para describir tales dispositivos. Según un artículo del 20 de diciembre de 1952 del New York Times, Hyde W. Ballard de Westtown, Pensilvania pretendió convertir a "Spork" en una marca registrada para una combinación de cuchara y tenedor hecha de acero inoxidable, aunque no hay ningún expediente de este uso en la Oficina de Patentes de los Estados Unidos (USPTO).


La Van Brode Milling Company registró posteriormente SPORK para una combinación de cuchara, tenedor y cuchillo plásticos en la USPTO de 27 de octubre de 1970, pero abandonó el registro varios años más adelante.

La palabra SPORK acompañada de un diseño estilizado se registra actualmente en los Estados Unidos en lo referente a las herramientas de mano.


En el Reino Unido, Plastico Limited originalmente registró la marca SPORK en lo referente a la cuchillería con efectividad desde el 18 de septiembre de 1975 (el registro No. 1052291). El registro ahora está bajo el nombre de otra compañía y en vigor.


Se cree que el cuchador moderno, hecho de plástico desechable, fue introducido por la cadena KFC de comida rápida, entonces conocida como Kentucky Fried Chicken, para su popular ensalada de col, en un cierto punto al inicio de los años 1970.

El cuchador se ofrece en forma reutilizable o desechable y es bastante versátil. Por esta razón son utilizados comúnmente por los restaurantes de comida rápida y por excursionistas.


Los cuchadores de metal se utilizan para comer pomelo.


El ex presidente de los Estados Unidos, Bill Clinton, llamó al spork "el símbolo de mi administración", debido a su naturaleza doble. Cabe resaltar, sin embargo, que Clinton mencionó esto en la cena anual de la White House Correspondents' Association, donde es tradicional que el presidente diga alguna broma.


Como ya se ha dicho, los cuchadores fueron muy comunes después de la Segunda Guerra Mundial en Japón. Se los adoptó como utensilio además de los palillos para los almuerzos de la escuela en muchos distritos como una medida para recortar los costos y como alternativa a los tenedores y cucharas.


Esta práctica acabó al final de los años 1980 porque fueron criticados por introducir malos hábitos en la alimentación. Una referencia a esto se encuentra al principio del episodio final del anime FLCL (sobre animación), cuando la profesora Miya-junio intenta enseñarle a la clase el uso apropiado de los palillos... y no puede usarlos ella misma.

Una variación del cuchador es el splade, que además de la forma de la cuchara, y los dientes del tenedor, tiene un borde algo agudo o una lámina afilada (inglés blade) en uno o ambos lados.

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Leo por internet este relato sobre la fabricación de los cubiertos…


‘’…Cuando uno sabe para lo que sirve todo lo que da la tierra, y sabe lo que han hecho los hombres en el mundo, siente uno deseos de hacer más que ellos todavía: y eso es la vida. Porque los que se están con los brazos cruzados, sin pensar y sin trabajar, viviendo de lo que otros trabajan, ésos comen y beben como los demás hombres, pero en la verdad de la verdad, ésos no están vivos.


Los que están vivos de veras son los que nos hacen los cubiertos de comer, que parecen de plata, y no son de plata pura, sino de una mezcla de metales pobres, a la que le ponen encima con la electricidad uno como baño de plata. Esos sí que trabajan, y hay taller que hace al día cuatrocientas docenas de cubiertos, y tiene como más de mil trabajadores: y muchos son mujeres, que hacen mejor que el hombre todas las cosas de finura y elegancia…


… Para lo delicado tienen mujeres en esas obras de platería, para limar las piezas finas, para bordarlas como encaje, con una sierra que va cortando la plata en dibujos, como esas máquinas de labrar relojes y cestos y estantes de madera blanda. Pero para lo fuerte tienen hombres; para hervir los metales, para hacer ladrillos de ellos, para ponerlos en la máquina delgados como hoja de papel, para las máquinas de recortar en la hoja muchas cucharas y tenedores a la vez, para platearlos en la artesa, donde está la plata hecha agua, de modo que no se la ve, pero en cuanto pasa por la artesa la electricidad, se echa toda sobre las cucharas y los tenedores, que están dentro colgados en hilera de un madero, como las púas de un peine…


…Y ya vamos contando la Historia de la Cuchara y el Tenedor. Antes hacían de plata pura todo lo de la mesa, y las jarras y fruteras que se hacen hoy en máquina: no más que para darle figura de jarra a un redondel de plata estaba el pobre hombre dándole con el martillo alrededor de una punta del yunque, hasta que empezaba a tener figura…


…donde hacen los jarros, hacen los cubiertos; y el metal, lo mismo tienen que hervirlo, y mezclarlo, y enfriarlo, y aplastarlo en láminas para hacer un jarrón que para hacer una cuchara de té. Es hermoso ver eso, y parece que está uno en las entrañas de la tierra, allá donde está el fuego como el mar, que rebosa a veces y quiere salir, que es cuando hay terremotos, y cuando echan humo y agua caliente y cenizas y lava los volcanes, como si se estuviera quemando por adentro el mundo. Eso parece el taller de platería cuando están derritiendo el metal. En un horno se cocinan las piedras, que dan humo y se van desmoronando, y parecen cera que se derrite, y como un agua turbia. En una caldera hierven juntos el níquel, el cobre y el zinc, y luego enfrían la mezcla de los tres metales, y la cortan en barras antes que se acabe de enfriar…


Y después, es como un paseo por una calle de máquinas. Todas se están moviendo a la vez. El vapor es el que las hace andar, pero no tiene cada máquina debajo la caldera del agua, que da el vapor: el vapor está allá, en lo hondo de la platería, y de allí mueve unas correas anchas, que hacen dar vueltas a las ruedas de andar, y en cuanto se mueve la rueda de andar en cada máquina, andan las demás ruedas. La primera máquina se parece a una prensa de enjugar la ropa, donde la ropa sale exprimida entre dos cilindros de goma: allí los cilindros no son de goma, sino de acero; y la barra de metal sale hecha una lámina, del grueso de un cartón: es un cartón de metal.


Luego viene la agujereadora, que es una máquina con uno como mortero que baja y sube, como la encía de arriba cuando se come; y el mortero tiene muchas cuchillas en figura de martillo de cabeza larga y estrecha, o de una espumadera de mango fino y cabeza redonda, y cuando baja el mortero todas las cuchillas cortan la lámina a la vez, y dejan la lámina agujereada, y el metal de cada agujero cae a un cesto debajo: y ése es la cuchara, ése es el tenedor.


Cada uno de esos pedazos de metal recortados y chatos de figura de martillo es un tenedor; cada uno de los de cabeza redonda, como una moneda muy grande, es una cuchara, ¿Que cómo se le sacan los dientes al tenedor? ¡Ah! esos recortes chatos, lo mismo que los de las cucharas, tienen que calentarse otra vez en el horno, porque si el metal no está caliente se pone tan duro que no se le puede trabajar, y para darle forma tiene que estar blando. Con unas tenazas van sacando los recortes del horno: los ponen en un molde de otra máquina que tiene un mortero de aplastar, y del golpe del mortero ya salen los recortes con figura, y se le ve al tenedor la punta larga y estrecha.


Otra máquina más fina lo recorta mejor.
Otra le marca los dientes, pero no sueltos ya, como están en el tenedor acabado, sino sujetos todavía.
Otra máquina le recorta las uniones, y ya está el tenedor con sus dientes.
Luego va a los talleres del trabajo fino.
En uno le ponen el filete al mango.
En otro le dan la curva, porque de las máquinas de los dientes salió chato, como una hoja de papel.
En otra le liman y le redondean las esquinas.
En otra lo cincelan si ha de ir adornado, o le ponen las iniciales, si lo quieren con letras.
En otra lo pulen, que es cosa muy curiosa, parecida a la de las piedras de amolar, sólo que la máquina de pulir anda más de prisa, y la rueda es de alambres delgados como cabellos, como un cepillo que da vueltas, y muchas, como que da dos mil quinientas vueltas en un minuto.


Y de allí sale el tenedor o la cuchara a la platería de veras, porque es donde les ponen el baño de la electricidad, y quedan como vestidos con traje de plata…


… al baño de plata: porque es un baño verdadero, en que la plata está en el agua, deshecha, con una mezcla que llaman cianuro de potasio-¡los nombres químicos son todos así!: y entra en el baño la electricidad, que es un poder que no se sabe lo que es, pero da luz, y calor, y movimiento, y fuerza, y cambia y descompone en un instante los metales, y a unos los separa, y a los otros los junta, como en este baño de platear que, en cuanto la electricidad entra y lo revuelve, echa toda la plata del agua sobre las cucharas y los tenedores colgados dentro de él. Los sacan chorreando. Los limpian con sal de potasa. Los tienen al calor sobre láminas de hierro caliente. Los secan bien en tinas de aserrín. Los bruñen en la máquina de cepillar. Con la badana les sacan brillo. Y nos los mandan a la casa, blancos como la luz, en su caja de terciopelo o de seda…


…Los cubiertos pobres, los que van a costar poco, no llevan más que un baño o dos: los buenos llevan tres, para que la plata les dure, aunque nunca dura tanto como la plata que se trabajaba antes con el martillo…’’…

(Por…José Martí)…

2 comentarios:

  1. Pero como te lo curras!!!!!!!!
    Bsks

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  2. ...¿Tú sabías que el ''cuchador'' este era tan viejo?... yo no...

    ...Por cierto... me recuerda al PP... por eso de que con él sorber... pinchar... y cortar... es habitual...

    ...Siempre ''he militado'' en el ''partido cuchara''... que ni pincha... ni corta...

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